Thursday, February 16, 2006

Ya no, ya no....

Ya no, ya no, que mal, realmente qué mal,
pero las ilusiones son así, fácilmente se desmoronan
bajo el peso de la realidad, las fantasías
son etéreas construcciones de la mente
hormonizada, que terminan cual humo de cigarro,
resolviéndose en nada después de haberlo sido todo.
Imaginaciones desbocadas que se encuentran
repentinamente de nuevo en el corral del día a día,
dejan un sabor agridulce después de habernos embriagado,
el sabor se torna amargo cuando esa resaca no se ha curado.
Que mal, que mal, que ya no.... ya no,
no hay modo si no estás, si la curiosidad se esfumó
la vida de este sueño hace rato que expiró,
y no es que duela tanto,
se fué la ternura, pero no hubo llanto,
barreras puestas por otras
atravesar no pudiste,
tocaste, abrí al puerta
pero más ya no hiciste.
Ni modo, que mal, esos días quedaron atrás
aunque los versos que te escribí, sé recordarás.
En un duro invierno, nos dimos compañía,
calor, afecto, y la risa bien surgía.
Que pena, ya no, pero de nada me lamento,
la hiciste bien de musa, de nada me arrepiento.

Wednesday, February 15, 2006

Give me a sec....

....Ok, you are right pequeña, I will be translating some of the stuff I have posted, but not all of it, because not everything survives the translation process, by that I mean that the quality of what is written is my priority, if I am not pleasedd with how things hold up, it ain't happening, a'ight?

Friday, February 10, 2006

Sin título....

Al muelle de mi piel
llegó un deseo,
de vivencias borracho,
de rumbo incierto.
¿Llegó o encayó?
ya que importa si
es parte de mi puerto,
si me imbuye de lo
que navegando adquirió
y envolviéndome en sus redes
para sanarme arrivó.

Soledad


Esta noche me cobija al igual que la soledad ha
envuelto mi vida, espesamente, pero sin dar calidez.
No puedo negar su precencia,
su peso sobre mi cuerpo, que en vez
de protegerme del entorno y guardar mi calor,
termina aislándome de interacción con el mundo,
y me mantiene rodeado de mi propia frialdad.
No es una barrera rígida, se mueve,
se adapta, y aunque tiene sus ventajas,
termina sofocándome, por la falta de aire nuevo.
¿La quemo? ¿La rompo? ¿La doblo entre mis
brazos hasta que sea fácilmente manejable y
así lograr dominarla? ¿imponiéndome sobre ella...?
Solo que no sé qué tan ligada esté a mí,
no tengo la certeza de dónde termino yo, y
dónde empieza ella... mi cobija, la noche, mi soledad,
son una misma cosa y yo estoy
entrehilvanado con esas fibras.
¿Qué tan peligroso será deprenderme
de semejante órgano, de esta segunda piel?
Pero más importante aún:
¿qué tan peligroso es dejarla donde está
si las raíces son cada vez mas fuertes, mas profundas,
mas mías, o yo soy cada vez mas suyas....
...como sea.